¿Qué talismán puedo comprar? (Parte II)

Clavicula de Salomón

En la entrada anterior sobre este tema ya expusimos los primeros detalles a tener en cuenta si desea (o tiene que) adquirir un talismán. Parece una tarea sencilla y, aunque no tiene muchas dificultades, de la buena elección depende que su uso sea beneficioso. En innumerables ocasiones hemos oído cómo personas aseguraban que un talismán es un “rollo” porque “no hace ningún efecto”, y es cierto: no lo hace si lo adquirimos sin conocimientos. ¿O acaso cuando vamos a la farmacia pedimos una aspirina para todo tipo de dolencias? Entonces sólo se vendería ese medicamento.

Ahora trataremos de resolver otras dudas, subiendo en importancia el nivel de las preguntas que se pueden plantear.

¿Sirve cualquier talismán independientemente de cómo esté elaborado?

En principio debería, siempre y cuando cumpla con unas premisas básicas en su diseño, como son:

  • Tener símbolos pertenecientes a la geometría sagrada (triángulos, estrellas de cinco o seis puntas que serían dos triángulos invertidos, caracteres procedentes de lenguas casi muertas, simbología astrológica, simbología esotérica relacionada con los cuatro elementos, números)
  • Esos símbolos deben tener relieve, pero ningún fondo del material que esté fabricado. Así la resonancia no queda atrapada por un elemento mayor que pueda servir de aislante.
  • Los símbolos deben estar contenidos en un círculo elaborado con el mismo o los mismos materiales que el resto.
  • No deben contener gemas ni otro tipo de elemento que no sean los metales ya descritos en el artículo anterior.

¿Puedo comprarlo si intuyo que ha sido tocado antes?

No es recomendable en ningún caso. Los talismanes, generalmente y cuando suelen elaborarlos esoteristas con conocimientos, suelen ir dentro de bolsitas transparentes para que el cliente pueda ver el contenido, pero no tocarlo directamente. Aún así, como veremos en otros artículos, siempre es bueno “afinarlos” de nuevo.

Usando ese símil, el musical, pondremos otro ejemplo: como hemos dicho, el talismán es una especie de afinador por vibración de nuestro aura, como si fuera un director de orquesta el cual oye nuestro cuerpo energético (su “melodía”, cada uno de los colores de nuestro aura), para tratar de solucionar las notas (colores) que no están acordes. Si el director oye al día muchas orquestas, no tendrá clara la “melodía” y, por tanto, cuando nos lo ponemos, quizá las “notas” que tiene que solucionar no sean las adecuadas a nosotros. Por tanto, no funcionará como debe.

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